EL NIÑO, LA CUCHARA Y EL ELEFANTE


Cada mañana, el niño se sentaba frente a la jaula del elefante a la hora del almuerzo. Organizado y serio, como siempre, sacaba su petit suisse y se lo comía observando los lentos pasos del animal. Cuando acababa sonreía, también cada día, y el gigante patudo, consciente del detalle, pensaba en el por qué de la sonrisa del chaval. “Sería por el contenido de la cajita rosa?”, sospechaba.
Un día, el niño se despistó y se le hacía tarde para volver al cole, así que cuando se dio cuenta salió disparado y se le cayó la cuchara en el suelo. Así que con rapidez, relativa claro, el elefante se acercó a la valla y sacó la trompa para cogerla, no sin dificultad. Se la iba a guardar a su diminuto amigo. Al rato, uno de los vigilantes del zoo fue a visitarles para darles de comer, a él y a su familia. El elefante dejó el objeto brillante en el suelo y lo escondió bajo su pata, con la mala suerte de que lo aplastó. Se cargó la cuchara de su amigo y la culpa se apoderó de él. Al día siguiente, cuando el niño fue con un petit suisse y otra cuchara, el elefante, cabizbajo, le aproximó la destrozada cuchara a la verja y el niño sonrió. Esta vez antes de comerse el almuerzo.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que quieres transmitir??

Anónimo dijo...

nada por lo que veo

JESSICA dijo...

AHORA SI QUE SÉ QUIEN ERES. TU FORMA DE HABLAR DE HA DELATADO. CUANDO QUIERAS NOS TOMAMOS UN CAFÉ Y TE LO EXPLICO

Anónimo dijo...

cuando quieras

JESSICA dijo...

lugar, día y hora

Anónimo dijo...

tu misma

JESSICA dijo...

decide tu

Anónimo dijo...

lo dejo en tus manos

Anónimo dijo...

por lo que veo eres muy indecisa, te cuesta tomar decisiones.

JESSICA dijo...

creo que ya está bien de atacar, es bastante injusto que solo pueda hablar contigo a través del blog. Si quieres algo, identificate o me das un correo. No creo que tengas datos como para saber si soy indecisa o no, sobre todo, porque en este caso, también lo serías tu

Anónimo dijo...

solamente queria que me dijeses que querias transmitir, nada más. a parte, com sabias quien era, creia que seria más facil para ti saber donde quedar. Pero veo que no, dejalo!

Anónimo dijo...

¿porque no publicas o respondes a mi último comentario? será que tengo razón...

Anónimo dijo...

es fácil, quedarte con la última palabra sin sacar a relucir las demás, esto también dice mucho de tí. sigue con tus escritos...

JESSICA dijo...

IDENTIFICATE, NO SEGUIRÉ HABLANDO POR AQUÍ.
LO QUE PRETENDÍA TRASMITIR ES LA INOCENCIA DESDE DOS PUNTOS DE VISTA DIFERENTES, SE TRATA DE DOS SERES QUE SON DISTINTOS AL RESTO DE SUS SEMEJANTES Y SIN EMBARGO LLEGAN A CONECTAR ENTRE ELLOS, EN LA MEDIDA DE SUS POSIBILIDADES, A PESAR DE LOS IMPEDIMENTOS CONECTAN, SE SONRÍEN Y SE BUSCAN.
LA INOCENCIA SE ENCUENTRA EN LA CAPACIDAD DE SONREIR CON SOLO COMER UN PETIT SUISSE, EN LAS GANAS DE GUARDAR UNA CUCHARA DEL ELEFANTE Y EN EL HECHO DE CORRER A CLASE CUANDO SE HACE TARDE.

Anónimo dijo...

No te preocupes, no tengo ninguna intención de seguir hablando!! Gracias por la aclaración

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