EL CIELO SE VOLVIO GRIS


El 28 de agosto de 2007, poco después de las dos de la tarde, una nube negra comenzaba a cubrir el cielo de Les Useres...rojo y negro al mismo tiempo, las llamas provocaban el miedo entre los vecinos que, con impotencia, daban la voz de alarma.

La voz de alarma de una pesadilla que tardaría varios días en acabar y en la que efectivos antiincendios de toda España participaron. Castellón, por unos días, estuvo en el punto de mira de parte del mundo porque se estaba consumiendo. Días de mucho viento y altas temperaturas hacían imposible pararle los pies al gran gigante de calor que arrasaba cerca de 8.000 hectáreas de bosque de la comarca de L´Alcalatén. El cielo por unos días se volvió gris.


Los vecinos afectados denuncian que las administraciones, durante este tiempo, "no han hecho nada". Sólo palabras dicen que ha habido, promesas rotas, y recuerdan con indignación los compromisos alcanzados, tanto por el Minsterio como por la Generalitat o la Diputación de Castellón. Muchos de los afectados perdieron sus tierras, ganados, cultivos y su entorno. Perdieron su vida.


Administración central, autonómica y provincial no se ponen de acuerdo para que las subvenciones lleguen a su fin. En diciembre de 2007, el Ministerio aprobó la órden por la que se destinaban cerca de tres millones de euros para los afectados por este incendio, con la condición de que otra adminsitración cubriera el otro 50 por ciento, es decir, otros tres millones de euros. Los ayuntamientos afectados denunciaron que no pueden asumir esta cantidad por tratarse de municipios pequeños y el plazo para aportar estas ayudas acababa a finales de julio de 2008. Un día antes, la Diputación aprobó en pleno un plan financiaero para aportar esta parte d elas ayudas en elq ue no constaba compromiso alguno de la Generalitat. Unos por otros ...nada, a fecha de hoy, los afectados no han recibido nada.


Llama la atención que hace solo unos días hemos conocido que el Consell ayudará con 74 millones de euros al Valencia Club de Fútbol. No olvidemos que se trata de una empresa privada, que cobra mucho dinero por las entradas....para eso sí tiene dinero el Consell??????


Por lo que respecta al tema judicial, el juzgado de Instrucción número 2 de Castellón lleva el procedimiento por un delito de incendio por imprudencia. Se ha demostrado que fue una negligencia, que hubo gente trabajando con una radial eléctrica en la zona, en una jorndad en la que las condiciones meteorológicas no lo permitían...pero, y que? Aquí no pasa nada. Hasta el momento, han declarado responsables tanto de Iberdrola como de Montelpa (la subcontrata de Iberdrola cuyos técnicos estaban trabajando en este momento) y todos ellos han negado cualquier responsabilidad ante el juez. La acusación particular ha solicitado que se realicen más diligencias y, de momento, en solicitud se ha quedado.


Como se ve, todo paralizado. Como la naturaleza es sabia y mucho más rápida que nosotros, zonas afectadas por el fuego ya aparecen verdes. Tímidamente se ven los primeros brotes en una zona que, tristemente, tardará muy mucho en volver a ser lo que era. Sin que nadie, de los qeu mandan, parezca tener interés en acelerar el proceso. Deberíamos, quizás, ayudar a nuestros políticos a cambiar la escala de valores. Porque de lo contrario, y como dicen en mi pueblo, "uns per altres, casa per agranar".

EL NIÑO, LA CUCHARA Y EL ELEFANTE


Cada mañana, el niño se sentaba frente a la jaula del elefante a la hora del almuerzo. Organizado y serio, como siempre, sacaba su petit suisse y se lo comía observando los lentos pasos del animal. Cuando acababa sonreía, también cada día, y el gigante patudo, consciente del detalle, pensaba en el por qué de la sonrisa del chaval. “Sería por el contenido de la cajita rosa?”, sospechaba.
Un día, el niño se despistó y se le hacía tarde para volver al cole, así que cuando se dio cuenta salió disparado y se le cayó la cuchara en el suelo. Así que con rapidez, relativa claro, el elefante se acercó a la valla y sacó la trompa para cogerla, no sin dificultad. Se la iba a guardar a su diminuto amigo. Al rato, uno de los vigilantes del zoo fue a visitarles para darles de comer, a él y a su familia. El elefante dejó el objeto brillante en el suelo y lo escondió bajo su pata, con la mala suerte de que lo aplastó. Se cargó la cuchara de su amigo y la culpa se apoderó de él. Al día siguiente, cuando el niño fue con un petit suisse y otra cuchara, el elefante, cabizbajo, le aproximó la destrozada cuchara a la verja y el niño sonrió. Esta vez antes de comerse el almuerzo.

CARROÑA


Esta mañana al despertar he decido quedarme al otro lado del espejo y no venir a afrontar mi rutina a esta parte, como cada mañana. Desde allí, con una perspectiva mucho mejor y fiable, he visto la podredumbre en la que nos movemos. Por poner un ejemplo, diré que he visto como decenas de personas mayores, de las que no pueden valerse por sí mismas, personas dependientes, son obligadas a firmar cheques en blanco y tickets de compra por valores elevados y no tan elevados, a cambio de nada, y sin saber siquiera lo que firman.

Las personas que les cuidan se aprovechan de sus pocos dineros, les hablan mal y les hacen sentir un incordio, un agobio…..hasta el punto de que desean morir y pasan tristes los últimos días que les quedan. Y, la cosa se puede poner peor, a veces son los propios hijos quienes lo hacen, quienes se comportan de este modo. Es una realidad, algo que sucede más de lo que pensamos y que, sin embargo se esconde. No lo podemos denunciar, porque no hay pruebas, no hay testimonios, no hay voz…..hay ojos tristes que lloran resignados con ganas de cerrarse para siempre. Alguien abría el otro día los míos sobre este asunto. Y si, a veces nos comportamos como carroña.

Al otro lado del espejo se está mejor. Más a gusto y tranquilo. Allí la gente se trata con respeto por el simple hecho de ser gente….sin tener en cuenta dinero, estudio, padres, madres o melocotones en escabeche. La gente se trata bien, se sonríe al pasar y da los buenos días. No existen las puñaladas traperas y los cuchillos sólo se usan para cocinar. A mi, sólo me han permitido quedarme un ratito. Creo que pocos de nosotros pasaríamos por el filtro exigido para podernos quedar a vivir….
(Foto: Santi Tabarca)