CERRAR PUERTAS

Una mujer con lágrimas en los ojos y un gran sentimiento de culpabilidad acude a la ciudad de la justicia de Castellón, se dirige a la segunda planta, justo en una puerta en la que indica Oficina de atención a las víctimas. Allí, está ubicado el centro mujer 24 horas de capital en el que se asesora, se acompaña y se escucha a las mujeres víctimas de malos tratos.
Durante los últimos años, el centro tiene más trabajo, lo que significa que son más las mujeres que se deciden a denunciar este tipo de casos. Sin embargo, no cambia el perfil. Irene Adeltantado, responsable del centro en Castellón, asegura que cualquier persona es susceptible de ser víctima de malos tratos, con independencia de nacionalidad, edad, clase social o nivel de estudios. Incluso se dan casos de menores. De hecho, se han incrementado durante los últimos años, según confirma Irene Adelantado, responsable del Centro Mujer 24 horas en Castellón.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los trabajadores del centro mujer 24 horas es la gran cantidad de casos en los que las mujeres deciden retirar la denuncia. Sobre todo por dependencia económica y emocional y por miedo. En estos casos, afortunadamente, la Fiscalía sigue adelante, pero el procedimiento es más complicado porque la víctima se niega a declarar en el juicio. Aseguran sentir impotencia, por no poder convencer a una persona que está sufriendo y no es feliz de un hecho que "para nosotros es obvio". Su labor se vuelve difícil.

Desde los centros mujer 24 horas se llevan a cabo servicios de asesoramiento psicológico y jurídico. Se acompaña a las víctimas durante todo el proceso judicial y se les van explicando todas las acciones judiciales y sus derechos, obligaciones y las medidas de precaución. Además, se lleva a cabo un seguimiento de cada caso y cuando se producen excarcelaciones de maltratadores, se informa a las víctimas.

Las medidas de protección que impulsan las adminsitraciones son suficientes, aunque no son garantía, siempre faltan medios y recursos, pero sobre todo, lo que falta es la convicción de la víctima de protegerse a sí misma, de entender que el que fuera su pareja ha cambiado y puede llegar a ser peligroso, es lo más difícil.
Además, otra asignatura pendiente es una mayor concienciación ciudadana y participación. Los ciudadanos no se implican en este tipo de casos, no quieren declarar en los juicios y, aunque lo lamentan, miran hacia otra parte. Los ciudadanos deberían llamar a la policía ellos mismos cuando presencien o sospechen de este tipo de casos. La violencia de género es una lacra social que nos afecta a todos.

Lo que sí que está claro es que son las propias víctimas las que han de velar por su seguridad y su integridad. Los asesores del centro 24 horas recuerdan que un maltratador es fácilmente reincidente y piden a las víctimas que no abran puertas que ya se han cerrado.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

No es un tema sencillo de resolver, sobre todo, cuando se trata de una relación de maltrato que ha durado años. Aunque siempre hay excepciones, en el fondo suele haber un laberinto emocional de lucha de poder (en la pareja) o dependencia; si a ello añadimos el tipo de educación que se recibe de los medios de comunicación (publicidad) y nuestro entorno más inmediato, nos encontramos ante un cóctel envenenado que requiere medidas y/o soluciones que van mucho más allá de un Juzgado.

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